28 octubre, 2006

Qué más se puede decir

Hace rato no me daba una vuelta por este espacio. La verdad es que no había calculado que mi relación de noviazgo con la "Tesi" me iba a tener a tan mal traer. Lo bueno es que creo que pronto terminaré con ella así que todo va a mejorar.

De todas formas me doy un break ahora para cosas de la vida que me hacen feliz... como esto (reproducción integra de texto de la edición online del diario LaNación de argentina el viernes 27 de octubre):
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La Copa Sudamericana

Colo Colo, un ejemplo de sensatez y juego, ganó 2-0 y eliminó a Gimnasia

El equipo chileno soportó la constante agresión de los jugadores locales, ante la pasividad del árbitro colombiano Oscar Ruiz

LA PLATA.- En medio del caos que se debate el fútbol, con la violencia en primer plano por encima del juego, en La Plata se vivió una página negra con la deslealtad como estandarte por parte de la mayoría de los jugadores de Gimnasia y Esgrima y un aliado: el árbitro colombiano Oscar Ruiz, que permitió todo tipo de brusquedades, que disminuyeron fisicamente a muchos futbolistas de Colo Colo, pero nunca su indomable espíritu deportivo.

En lo estrictamente futbolístico, Colo Colo ganó por 2-0, con un gol de penal convertido por Suazo, a los 3 minutos del segundo tiempo, y otro de Gonzalo Fierro, a los 34, que sumado al 4-1 de la semana última en Santiago, fueron suficientes para la eliminación del conjunto argentino y el avance a las semifinales de los chilenos en la Copa Sudamericana.

Acaso sea obvio referirse al juego en un partido que tuvo un denominador común: los golpes que recibieron los jugadores de Colo Colo -patadas y codazos descalificadores- frente a la pasividad y la perversa impunidad del árbitro Ruiz, con la parcialidad en sus fallos; como un tibio símbolo de que era necesario la aplicación del reglamento, a los 24 minutos del segundo tiempo expulsó a Sebastián Dubarbier por un violento golpe a Alvaro Ormeño, sobre un lateral. Sobre el final, echó a otro jugador de Gimnasia y Esgrima, Juan Cuevas, por una descalificadora acción contra el arquero Cejas.

Antes y después, el árbitro tuvo una actuación lamentable que deberá ser revisada por las autoridades de la Conmebol. Por todo lo que hizo mal en la cancha, mirando para otro lado; por lo que pudo provocar en las tribunas con su fallos, sin ningún sentido ético.

Es imposible pensar que el partido hubiera llegado a su fín sin la lección de lealtad de los chilenos, soportaron todo tipo de atropellos en la cancha y respondieron sólo con juego. En Meléndez se resumió todo: recibió golpes como si hubiese estado en un ring, como otros tantos compañeros y no dijo una sola palabra.

El banco de los suplentes de los chilenos, encabezados por nuestro compatriota Claudio Borghi, fue otro ejemplo: serenó a sus hombres y todos interpretaron, en el campo de juego, que la verdadera historia estaba con la pelota en los pies.

Así fue y Colo Colo quedó a tiro de varios goles -incluso con un penal atajado por Olave-; nunca, desde el comienzo del partido, se advirtió una actitud cautelosa o especulativa en los chilenos, que podían darse ese lujo con el amplio resultado favorable conseguido en Santiago, que le aseguraba un crédito para el cotejo de anoche.

Siempre propusieron un esquema ganador y Olave pasó más de un sofocón por la practicidad de los hombres ofensivos chilenos.

Está claro que Gimnasia y Esgrima sigue sumergido en un clima poco favorable por los hechos ocurridos recientemente en el Estadio Ciudad de La Plata y con aquel cuestionado comportamiento de Juan José Muñoz, presidente de la entidad, que se arrepintió por su inoportuna visita a los vestuarios del árbitro Daniel Giménez y la inmediata suspensión del partido con Boca, en el entretiempo; sumado al mazazo por la goleada que sufrió por 7-0 con Estudiantes, resulta muy difícil encontrarle una salida a lo que parece una crisis que incluso excede los futbolístico y envuelve a lo institucional. Sin embargo, deben darse señales y anoche ocurrió todo lo contrario desde el lugar menos indicado: la cancha.

En medio de tanto desacierto por parte de Gimnasia y Esgrima -incluido su técnico Pedro Troglio-, que preparó a su equipo para las asperezas, lejos del fútbol, hubo una actitud sensata: la de Andrés Guglielminpietro, que en el final saludó y felicitó a los rivales. Lo redondeó Matías Fernández, de Colo Colo -la figura de la noche-: "El público no juega; jugamos nosotros", como síntesis de la tranquilidad que mostró todo Colo Colo.

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Ps1: Sobre la ordinariez de esos delincuentes argentinos que lo único que sabían era pegar patadas... no vale la pena hablar

Ps2: Sobre el descaro del ladrón colombiano que fue una real verguenza.... tampoco diré nada

Ps3: Otra vez el Mati.... obvio... pintándole la cara ahora a los argentinos

Ps4: Aguante "Mano de piedra" sigue rumbo a Shangai (Esto es tenis pero no podía dejar de decirlo)

Ps5: Ya tengo en mis manos los DVD de The Gathering ... Ver a Anneke todo el rato..... simplemente maravillosa!!!!!.... dificil de creer..

15 octubre, 2006

WelcHome

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