
........Viendo un par de fotos, pensando, descansando un rato (aprovechando mis primeros días de unas urgentemente necesitadas vacaciones), terminando de leer el espeluznante Cujo (y cuando digo espeluznante me refiero a horripilante, asquerosamente intrigante, misterioso y sobretodo angustioso) y tonteando, me puse a pensar en varias cosas y lo que más da vueltas en mi tan desordenada mente es, simplemente, los caminos de la vida…

Internamente siempre he tenido una idea más o menos clara sobre esto: La vida es o no es por lo que hacemos o dejamos de hacer. Me explico: Con nuestra notable actuación (o triste según la persona) ante la vida provocamos ciertas cosas voluntarias y otras tantas involuntarias. De ahí que cuando quiero algo, mi anhelo tiene que ver

De todas formas, tanta filosofía primaria para el caso…. da igual. El tema que ronda mi mente es el paso posterior a eso y se enmarca en el yo de hoy, en el tu de mañana y en el ése de ayer. Porque finalmente no estamos solos en el mundo y mi contexto (aunque si deliberada e intencionalmente determinara lo contrario no sería así) solo se define por la mezcla perfecta entre todas las intenciones e indiferencias….
El tema es que hoy… con una alegría casi desconsiderada (ante tanta cosa triste que también es posible en el mundo)… me fijé en todos aquellos detalles (y otros tantos algo más que detalles) que me tienen hoy donde estoy y con quienes estoy.

Y es cómico, extraño y a veces triste…. Pero más que todo, es curioso. Curioso porque en verdad la telaraña de eventos es muy fina… con muchas variantes y aún más variables. Si hace 6 años hubiese dicho otra palabra, si hace 15 hubiera reaccionado de otra forma, si hace 6 meses no hubiera contestado el teléfono o si hace un par de horas no hubiese dicho te amo… quizás cual sería mi vida en este mismo momento en el que escribo…
Es una cosa graciosa… que me perturba un tanto, me alegra de forma rebazante, me asusta como pocas cosas pero que hoy… HOY disfruto como nada… es como pensar en una vida de “efecto mariposa” con la gracia de que no lucho-sufro por cambiarla y en este minuto prefiero ser más el espectador-actor que disfruta complacido que el nervioso y angustiado director, guionista y principal actor.
.
.
.
.
.
